Es un examen que se solicita con frecuencia para ayudar al especialista a determinar una posible patología mamaria, en la cual se utilizan ondas de ultrasonido que permiten obtener una imagen detallada de la estructura del seno. Por esto es uno de los exámenes más usados para detectar el cáncer de mama.
También es una alternativa a la resonancia magnética, para aquellas personas que sufren de miedo a estar en espacios cerrados o tienen contraindicaciones, como por ejemplo, ser portador de un marcapasos.
Este examen es muy importante en la prevención del cáncer. Mediante una ecografía o mamografía se puede realizar un diagnóstico de la enfermedad antes de que se generen los síntomas.
Este procedimiento se solicita a menudo para visualizar bultos palpados durante la evaluación del médico y descartar la aparición de quistes, abscesos, nódulos u otros.
Este examen se complementa con la mamografía, lo que permite lograr un mejor diagnóstico y exploración de lesiones, aunque uno no reemplaza al otro.
La ecografía permite producir imágenes más detalladas mejorando la detección precoz del cáncer de mama en mujeres con mamas densas.
Inicialmente el ecografista pedirá que desvistas la zona superior del cuerpo y que te acuestes boca arriba en la camilla. Después aplicará un gel transparente en la zona a estudiar y pasará el dispositivo sobre la mama. Puede tardar entre 15 y 30 minutos.
Durante el procedimiento es posible que tengas que cambiar de posición varias veces para examinar otras zonas como los ganglios linfáticos ubicados en la axila. En este este proceso las ondas sonoras entrarán en contacto con los órganos internos, vasos sanguíneos y tejidos, que se transformarán en imágenes que podrán visualizarse en el monitor del ecógrafo.
La ecografía mamaria no requiere preparación, sólo se recomienda no colocar lociones u otros cosméticos en la zona. Esto la diferencia de otros exámenes como la ecografía ginecológica en la que se solicita el consumo de abundante líquido y así asegurarse que la vejiga esté llena para realización del procedimiento médico.
Es importante tener en cuenta que si la orden médica emitida por el especialista, indica que debes realizarte también una mamografía, es preciso que agendes primero hora para este procedimiento y luego te realices la ecografía mamaria.
Si recientemente te realizaste una mamografía, puedes asistir con los resultados de ésta, siempre y cuando no excedan los 8 meses de antigüedad. Además, se recomienda llevar todos los exámenes mamarios anteriores y antecedentes quirúrgicos, si corresponde.
La eco mamaria se considera un examen seguro para las mujeres embarazadas y madres que se encuentren amamantando. Sólo emite ondas sonoras, a diferencia de las tomografías y radiografías, que si usan radiación.
Recomendamos realizarte la primera mamografía y eco mamario preventivo a los 40 años. Ya que a partir de esa edad los especialistas indican repetirla una vez al año como parte de los controles de rutina.
Hay casos donde se solicita que se realicen desde los 35 años si la madre de la paciente cuenta con antecedentes de cáncer de mama.
Si entre los 20 y 35 años de edad no presentas síntomas como, bultos, dolor o enrojecimiento en la zona mamaria, las probabilidades de una anomalía son menores, por lo que no requiere necesariamente de examinación mediante estos procedim
ientos más específicos.
Después del examen, el experto obtiene imágenes en blanco y negro que ayudarán a determinar e identificar quistes, tumores u otras posibles lesiones. Sin embargo, no es posible definir si se tratan de bultos benignos o no; esto sólo se puede diagnosticar realizando una biopsia. De lo contrario, si los resultados del ultrasonido son normales es posible que no necesites más pruebas.
Puedes agendar en IntegraMédica tus horas para consultas médicas en nuestra Unidad de Ginecología y Obstetricia . Allí también podrás programar la realización de ecografías mamarias o mamografías mediante la orden médica de un especialista.